Fue escrita y producida por Palmer y, de acuerdo con el sitio Allmusic, es una «balada sintetizada» cuya letra trata sobre una pareja romántica condenada al fracaso. Con un sonido que mezcla el new wave y el synth pop, Palmer la definió como «música marcial tocada con mucha precisión», en donde experimentó con prototipos de secuenciadores.
La canción tuvo un rendimiento comercial positivo, sobre todo en las listas musicales de Europa continental. En España llegó hasta el primer lugar de Los 40 Principales y se situó entre los diez más vendidos en Alemania, Austria, Bélgica, Italia, Suiza y Francia. En este último país logró el puesto dos y antes de finalizar el año el organismo certificador local le otorgó un disco de oro por vender más de 500 000 copias. El éxito fue tal en Francia, que por más de diez años se usó en las campañas publicitarias de Renault. Con el pasar de los años, varios artistas la han versionado e incluso la han adaptado a otros idiomas.
Robert Palmer por aquel entonces era conocido por su eclecticismo musical y por su facilidad de tocar varios estilos musicales en un mismo disco. Algunos de sus sencillos editados en la década de 1970 incluyen géneros musicales como la música caribeña en «Every Kinda People», reggae en «Best of Both Worlds» y rock en «Bad Case of Loving You (Doctor, Doctor)». Gracias a ellos, el cantante tuvo un éxito moderado en las listas musicales de Europa continental y en algunos países angloparlantes. Con la llegada de la década de 1980, Palmer se involucró con el new wave y el synth pop, una vez que empezó a explorar con prototipos de secuenciadores en las canciones que compuso para su álbum Clues de 1980.
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